Las redes sociales siempre han
sido fuente de preocupación para todos aquellos que atienden o velan por
personas con problemas de alimentación ya que siempre se había pensado que el
uso excesivo de internet derivaba en aislamiento y adicción.
Hoy en día
se ha demostrado que no solamente se producen estos síntomas sino que a estos
problemas se le suman la falta de supervisión y el acceso a material que puede
ser perjudicial.
Se han hecho
algunos estudios a adolescentes del sexo femenino entre 12 y 19 años, en ellos
muestran que estar en una exposición frecuente a contenidos musicales o de
moda, que representan estándares de la belleza actual y múltiples estereotipos
de hombres y mujeres por vía Internet, ocasiona que tengan algunas
conductas relacionadas con la alimentación. A esta modalidad se le denomina
"Thinspiration".
Estos
contenidos que muestran las redes sociales es un mensaje oculto de
"perfección" que puede afectar en las personas, que por algún motivo
son más vulnerables. De esta forma en muchos casos les lleva a querer
alcanzarlo inalcanzable dejando de comer o vomitando después de comer.
Cada vez son más
los usuarios registrados en Facebook, Twitter, Tuenti, etc. que tienen más
probabilidades de sufrir estos trastornos. Cuanto más tiempo pasan en las
redes, son mucho más propensos a que puedan desarrollar una imagen
distorsionada de su cuerpo y unos hábitos de alimenticios más irregulares.
También hay
algunos blogs, llamados "Ana y Mía"(anorexia y bulimia) que
animan a las adolescentes a desarrollar estos trastornos. En ellos cuentas sus
experiencias, consejos, dietas, etc., y se animan unas a las otras para seguir
con la enfermedad.
Estos blog suelen
estar creados por personas que están en estados muy críticos sin ser
conscientes de la gravedad que puede llegar a tener este asunto.
El 91% de estas
páginas están abiertas a todo el público.
A esta
problemática en muchos casos se le suma la falta de atención por parte de los
padres debido a que pasan mucho tiempo fuera de casa.
Para
disminuir el número de adolescentes con estos trastornos deberíamos
conseguir que los padres sean conscientes y estén informados de los sitios que
suelen visitar sus hijos por internet ya que es un asunto extremadamente
peligroso para la salud de sus hijos física y mental
Es esencial
promover en la familia una actitud objetiva y racional sobre los problemas con
el peso y fomentar que compartan más tiempo con sus hijos.
Sentarse a comer
con los hijos, disminuye el riesgo de que tengan en estos trastornos.
Otros estudios
muestran que el estar pendientes de las redes en las que navegan los hijos y
discutir con ellos de los contenidos que ven les ayuda a la hora de tener una
mayor fortaleza personal, lo que les invita a ser menos vulnerables a la hora
de caer en estos desórdenes.
RAQUEL CUENCA PÉREZ
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