sábado, 31 de mayo de 2014

Los dos lados de la publicidad


Los dos lados de la publicidad

Actualmente, existen numerosas campañas y anuncios publicitarios que fomentan e incitan a la delgadez en las mujeres.

Podemos ver infinidad de anuncios en los cuales salen chicas delgadas y socialmente perfectas. En muchos de ellos te venden productos para adelgazar, y en otros simplemente aparecen mujeres que anuncian cualquier otro producto, pero eso sí, siempre luciendo un cuerpo delgado.

             

Pero hoy en día, afortunadamente también se pueden apreciar algunos anuncios que están en contra de esto. Éstos prefieren mujeres más sencillas y naturales, y pretenden vender la satisfacción de estas mujeres orgullosas de sus curvas. Un claro ejemplo de esto es la campaña de Dove, por la Belleza Real, una empresa de productos para el cuidado de la piel, la cual ha elegido a algunas mujeres “reales” para sus anuncios.

De esta manera, se observa una clara diferencia entre anuncios que se pueden ver hoy en día en los medios de comunicación. Aun así, siguen predominando mayoritariamente los que promulgan un ideal de belleza casi inalcanzable.



Rebeca Román Ramírez

La anorexia que llega más allá


La anorexia que llega más allá




Esta es una historia real de una londinense llamada Holly Griffiths, cuyo caso he encontrado en una noticia de la página Entre mujeres.
Holly es una chica de 21 años, la cual padece anorexia y pesa 51 kilos, pero no solo eso, Holly está embarazada de casi nueve meses.
Se alimenta con tan solo 800 calorías al día, cuando debería ingerir 2000 por lo menos, por el estado en el que se encuentra. Día a día lucha contra su enfermedad, pero asegura que aunque quiere alimentar a su bebé, no se siente capaz de ingerir todas las calorías que ambos necesitan.
Sufre esta horrible enfermedad desde hace siete años, y éste que espera es su segundo hijo. Holly se siente muy insegura, puesto que recuerda las experiencias que sufrió en su primer embarazado, en el cual el bebé le rompió una costilla por su extrema delgadez. Cuando se enteró de que estaba embarazada de nuevo se sintió deprimida, porque sabía que tendría que engordar, y culpable a la vez, ya que afirmaba que no conseguiría tomar las calorías necesarias para mantener la buena salud de su hijo.
Al comienzo de su segundo embarazo, adelgazó más de ocho kilos, pero poco a poco Holly fue recuperando su peso gracias a la ayuda de profesionales, familiares y un médico que la visita para controlar su situación, especialista en embarazos de alto riesgo.
La joven londinense debe aumentar más de un kilo y medio todavía antes del parto, para poder dar a luz al niño sin ningún tipo de problema.

Con esto llego a la conclusión de que este es un caso impactante de la enfermedad, puesto que no solo está en peligro su vida sino la de su bebé. Sorprende el hecho de que Holly sabe perfectamente que la salud de su hijo corre riesgo por la enfermedad que ella padece, pero aun así afirma que no logra comer todo lo que necesita. 


                                                                                                                          Rebeca Román Ramírez

La historia de Maggie Baumann




La historia de Maggie

Maggie Baumann, madre de dos niños, padeció pregorexia durante sus dos embarazos. Durante el primero engordó 15 kg. A pesar de que era un peso saludable, ella trataba de perder libras realizando dietas y haciendo ejercicios extremos. "No me daba cuenta del daño que le estaba haciendo a mí bebé y a mí misma, lo único que me importaba era estar delgada", explica Maggie. 

Afortunadamente, ni ella ni su primera hija, Christina, sufrieron consecuencias serias, pues este comportamiento obsesivo comenzó casi al final del embarazo. Sin embargo, durante el segundo embarazo su trastorno se acentuó, cuando llegó al hospital para dar a luz a su segunda niña, solo había subido 7 kg debido a las dietas y ejercicios exagerados a los que se sometió durante el último trimestre. La bebé nació con bajo peso (2,587 kg) y posteriormente desarrolló convulsiones y trastornos por déficit de atención. 

"Mis embarazos fueron nueve meses de constante tortura sobre cuánto peso ganaba y cómo mi cuerpo se expandía. En lugar de comer por dos, yo pasaba hambre por dos", recuerda Maggie.

Sin embargo, reconoce que el primer paso para recuperarse fué comprender que tenía un problema. En su caso, ese momento llegó varios años después del nacimiento de sus hijas, cuando cayó en el hospital a punto de tener un ataque al corazón por los desmanes alimenticios y el ejercicio extremo a los que se sometía. Fue entonces cuando ingresó a Remuda Ranch en Arizona, un centro de fe cristiana que ayuda a personas que sufren desórdenes alimenticios, donde completó su tratamiento y comenzó una nueva vida. 

Ya pasaron 20 años desde que Maggie sufrió de pregorexia y considera que aún está en recuperación, pues la anorexia no se cura pero puede controlarse. Después de su historia, decidió ayudar a otras mujeres que pasaban por lo mismo, convirtiéndose en terapeuta y consejera familiar. Hoy en día dirige una casa de recuperación para personas con desórdenes alimenticios, adicciones y problemas de imagen en Newport Beach, California. Además, dirige dos grupos de apoyo en diferentes regiones de ese estado. 




Fernando Paños Casado

viernes, 23 de mayo de 2014

Potomanía: Un trastorno desconocido





¿Qué es la potomanía?



La potomanía es un trastorno alimentario que también se conoce con el nombre de "polidipsia psicogénica", este trastorno consiste en el deseo de beber grandes cantidades de líquido, generalmente agua, de manera compul-siva y sin la existencia de una sensación previa de sed. Por lo que hace muy peligroso este trastorno.
Esta ingesta masiva de agua o de otros líquidos le proporciona a la persona afectada una sensación de placer, por lo que puede llegar a ingerir hasta 10 y 15 litros de agua, dependiendo de la gravedad del caso. En un trastorno que pude estar asociado a la anorexia nerviosa.
Una persona debe berber de dos o tres litros de agua diarios, ya que sobre pasarse mucho de ese límite deja de ser beneficioso para el organismo y puede ser nocivo para la salud, porque puede alterar el correcto funcio-namiento de los riñones y la composición de la sangre (que debe contener un 8% de agua).
El hipotálamo es una región cerebral que, entre otras funciones, es responsable de que se mantenga la cantidad de agua necesaria para el organismo y de advertir de la falta de líquido emitiendo la señal de la sed. Una alteración en el mecanismo de funcionamiento del hipotálamo podría provocar episodios de potomanía, pero los investigadores asocian el trastorno con un desequilibrio psiquiátrico ya que, en general, los trastornos alimen-tarios están relacionados con problemas psicológicos y desórdenes de la personalidad.

Fernando Paños Casado

miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Me enseñas a vomitar?


¿Me enseñas a vomitar?


Una vez más, Internet es protagonista de una entrada en este blog, y es que resulta impactante la cantidad de páginas web que existen a favor de la anorexia y la bulimia.

Hay un gran número de personas, chicas mayoritariamente, que se dedican a hablar entre ellas mediante blogs o páginas web. Se “ayudan”, se apoyan unas a otras y se animan a seguir con estos hábitos que tanto puede llegar a deteriorarlas.

Indagando por Internet, he podido encontrar infinitas conversaciones entre estas chicas, por ejemplo en la página de Yahoo Respuestas, un soporte en el que cualquier persona puede preguntar algo y obtiene decenas de respuestas de todo aquel que quiera contestar, también en EnFemenino, que es algo similar, o en numerosos blogs. Desafortunadamente, esto resulta peligroso puesto que muchos le dan un mal uso, y un claro ejemplo de esto son las conversaciones que he nombrado anteriormente.

Se trata de chicas que preguntan cómo pueden vomitar más rápido, cómo hacerlo sin que tus padres se den cuenta, e incluso qué remedios caseros pueden utilizar para las secuelas físicas. Y bien, como es de esperar, son muchas las chicas que contestan sin asombro alguno y con total normalidad. Abundan los consejos sobre cómo vomitar de manera más sencilla y rápida, como por ejemplo, vomitar de pie en lugar de agacharte, hacerlo justo después de comer, beber mucha agua, no sacarte los dedos de la boca cuando des una arcada sino mantenerlos dentro hasta vomitar, etc. También aseguran que debes poner música en el baño o abrir algún grifo, para que tu familia no te escuche.

Lo que más me impactó de todo, fue la cantidad de chicas que tienen numerosos trucos para que no las pillen, y que se consideran “expertas en el tema”, tanto, que son capaces de pensar y probar remedios para que nadie note tus cambios físicos. Muchas aconsejaban que debes lavarte los dientes muchas veces al día, pero nunca justo después de vomitar, ya que los dientes están sensibles tas ello. Para el color amarillento de éstos, puedes echar limón en el cepillo, y también, empezar a vestir con ropa más ancha para disimular esos kilos que vayas perdiendo.

Cosas así son de fácil acceso para cualquier persona hoy en día, además de no tener ningún tipo de control. Es increíble lo que la anorexia causa y lo que pueden llegar a hacer para conseguir lo que quieren, y sobre todo aconsejar a otras personas como si éstos fueran buenos hábitos. De nuevo Internet nos muestra que cada vez es más fácil acceder a cualquier tipo de información, sea o no dañina.


                                                                                                                           Rebeca Román Ramírez

Caso real Alba y Bea


Caso real: Alba y Bea


Esta entrada va dedicada a un caso real, el cual viví muy de cerca. Quiero destacar que sus nombres reales permanecerán en el anonimato.

Más o menos hace cinco años, Alba empezó a adelgazar. Era una chica de peso normal, pero poco a poco las personas de su entorno se iban dando cuenta de que adelgazaba demasiado rápido y su estado de ánimo era preocupante, Alba no era la misma.
Tras muchos meses había empeorado muchísimo, y sus padres decidieron que ingresara en el hospital. Efectivamente, padecía anorexia. Todos intentábamos dar nuestro apoyo a ella y su familia, sobre todo porque su hermana Bea, era una de mis mejores amigas. Aun así, la cosa no mejoraba, y la situación de Alba decaía por momentos.

Al año siguiente, empezamos a notar que nuestra Bea comenzaba a adelgazar, algo casi imposible puesto que ella siempre ha sido una persona extremadamente delgada. Al compartir clase con ella, podíamos apreciar que después del almuerzo del recreo se iba corriendo al baño, sólo se traía aperitivos sanos, e incluso cuando comíamos juntas fuera de casa era muy exquisita en no comprar nada con muchas calorías. Con el paso de los meses, llegamos al punto de tener que traer nosotras el almuerzo de Bea, ya que había dejado de traer comida a clase, controlar que se lo comiera, y salir corriendo detrás de ella en medio de clase cada vez que se levantaba para ir al baño a vomitar.

Sentíamos que no podíamos con esta situación, así que decidimos llamar a sus padres. Ellos ya estaban muy ocupados con Alba, y no podían creer cómo su hija mediana ahora padecía la misma enfermedad que su hermana mayor. A Alba apenas la veíamos, pero al estar todos los días con Bea podíamos ver cómo el color de su piel se iba apagando, su cara casi no tenía expresión, y había dejado de ser la chica sonriente que nosotras conocíamos.

Siguieron pasando los meses, Bea seguía igual, y Alba ya había dejado las clases por completo por estar exclusivamente en un hospital psiquiátrico. Al cabo de un tiempo, Alba ya mostraba un buen comportamiento, se comía todo delante de la enfermera y nadie le sorprendía vomitando. Todo esto fue una estrategia, puesto que ella sabía que si se portaba bien dormiría en casa los fines de semana. Tras esto, consiguió lo que quería, y al volver al hospital, se había escondido una cuchilla en el sujetador, con el que llevó a cabo el primer intento de suicidio, seguido de dos más, afortunadamente fallidos.

Finalmente Bea terminó recuperándose físicamente, pero yo nunca he creído que se recuperara del todo, al menos psicológicamente, además ya nunca fue la misma persona. También se podía notar que su rostro era distinto al de antes, ya no desprendía el brillo que antes le caracterizaba. Por otra parte, Alba sigue padeciendo esta enfermedad, y aunque está mucho mejor, aun está perdida en la mente de una chica anoréxica que odia a su cuerpo.



Rebeca Román Ramírez.

INFLUENCIA DE LA SOCIEDAD EN LOS TRASTORNOS ALIMENTICIOS

Con esta entrada pretendo resaltar la importancia y repercusión de la influencia de la sociedad en los trastornos alimenticios.

Según algunos investigadores, una de las causas principales que llevan a muchos jóvenes a este tipo de enfermedades es la presión social.

El concepto de presión social en este caso hace referencia al valor que da la sociedad en general actualmente a la imagen corporal. Los medios de comunicación, anuncios, modelos…incrementan todo esto, creando un prototipo de mujer alta, delgada, guapa…en definitiva inalcanzable.

La sociedad actual tiene marcados unos ítems muy concretos como es la delgadez, consiguiendo por un lado que las personas tengan un mayor consumo, entre alimentación especial, productos de estética, cirugía, ropa…por otro lado, volcar dentro de este círculo vicioso cada vez a más personas, poniendo en peligro su salud en general.

Años anteriores la moda que se seguía en nuestra sociedad era la de mujeres pálidas, robustas, etc. Según van pasando los años la moda va cambiando. La moda actual refuerza la delgadez puesto que las tallas cada vez son más pequeñas dificultando encontrar tallas grandes, los maniquís que muestran la ropa son de cuerpos delgados, incluso a veces extremadamente delgados, al igual que las/os modelos. Los jóvenes quieren seguir esta moda, lo que les impulsa a estar delgados, y por su parte, la sociedad estimula la moda.
Nuestra sociedad nos ha inculcado un ideal de imagen corporal necesario para triunfar en la vida, siendo las personas jóvenes las más influenciables en este aspecto.

La sociedad empuja a la mujer hacia la delgadez, y al hombre hacia el cuerpo atlético. Se trata de un ideal de imagen corporal impuesto por nuestra cultura, con la finalidad de ser aceptado.

La aceptación social es una necesidad para el ser humano, y más aún para los jóvenes que quieren estar dentro de los cánones de belleza que impone nuestra sociedad.
                                                                                                             

Estefanía Rojas Arroyo.

DIETAS DETOX ¿UNA NUEVA FORMA DE BULIMIA?




Comenzaré dando una pequeña explicación de lo que son las dietas detox: dietas restrictivas a base de zumos únicamente, para desintoxicar el cuerpo, purgarse y perder peso. Son dietas que están de moda por ser remedios rápidos en la pérdida de peso y desintoxicación de, por ejemplo, la nicotina. Los medios, blogs y revistas las publicitan y son muchas las famosas que las toman.

¿Podrían llegar a convertirse en una nueva forma de bulimia? Son muchas las personas que empiezan a preguntarselo, ya que son dietas rápidas y supuestamente efectivas, pero conllevan sus riesgos.

Hay gente que comienza a obsesionarse con perder peso y deciden continuar con estas dietas incluso después de lo recomendable (no más de 3 días), lo que puede ocasionar daños físicos y emocionales. Así es cómo reacciona el cuerpo tras tomar estas dietas, en las que se suprimen proteínas, carbohidratos y grasas:

  •          Después de 30 minutos: el nivel de azúcar en sangre comienza a venirse abajo. Mientras tanto, debido a la falta de calorías, tu cuerpo se ve privado de glucógeno, una fuente de energía rápida que se almacena en los músculos y el hígado.
  •       Después de 2 días: Los niveles de insulina se disparan, y las reservas de glucógeno han desaparecido. El cuerpo empieza a recurrir  a dos fuentes de energía: los triglicéridos (un tipo de combustible almacenado a modo de grasa), y las proteínas (sacadas directamente de tus músculos). Es por ello que se empieza a perder masa muscular, incluso aunque se haga ejercicio diariamente.
  •      Después de 3 días: El cerebro estará falto de aminoácidos (básicos para los neurotransmisores), los cuales mantienen estable tu estado de ánimo. Las proteínas de tus músculos se descomponen en amoniaco y ácido úrico, elementos nada recomendables en tu torrente sanguíneo. Por otro lado, el alto porcentaje de carbohidratos del zumo causa la entrada de mucha agua en tus intestinos. Ese extra de líquido en tu vientre provocará diarrea.
  •     Después de 4 días: Al no haber comida que digerir, el intestino se siente ignorado y las pequeñas vellosidades que lo cubren empiezan a atrofiarse. 
  •     Después de 8 días: Aunque se recuperen los hábitos alimenticios normales, tu cuerpo ha perdido masa muscular, de forma que será más difícil quemar esas calorías y posiblemente se conviertan en grasa (efecto yo-yo). 

Este efecto puede afectar a los consumidores negativamente, puesto que el entusiasmo por la pérdida de peso lograda desaparece.

Respecto a la pregunta lanzada anteriormente sobre si podría convertirse en una forma de bulimia, creo que sí podría llegar a formar parte de un trastorno alimenticio. Comenzar una dieta puede ser el comienzo de este tipo de enfermedades. Sin embargo, hay gente capaz de llevar a cabo dietas (de desintoxicación o de otro tipo) sin desarrollar un trastorno alimenticio. A pesar de que no sea necesariamente el inicio de un trastorno, no se debe perder de vista los efectos negativos que acarrean este tipo de modas.


Irene Sanz Revenga.


martes, 20 de mayo de 2014

MÁS SOBRE ANOREXIA Y BULIMIA: TIPOS

Anorexia

Enfermedad consistente en la disminución de la ingesta de alimentos como ya sabemo. La anorexia nerviosa  es una forma de autoprivación, es un trastorno alimentario caracterizado por un bajo peso corporal, una imagen distorsionada del cuerpo y un intenso miedo a engordar. 

Los tipos son los siguientes: Nerviosa primaria: miedo a subir de peso (se puede recurrir a purgas) y nerviosa restrictiva: La paciente utiliza el ayuno y la dieta sin recurrir al vómito, ejercicio abundante con dietas muy restrictivas.

Bulimia


Como recordatorio: La bulimia es una enfermedad que se define por episodios de ingestión excesiva de alimento, acompañados de una sensación de pérdida de control. Luego, la persona utiliza métodos para prevenir el aumento de peso, tales como vomitar o consumir laxantes en exceso.

Dentro de esta encontramos la bulimia nerviosa caracterizada por: comer grandes cantidades con voracidad, pérdida de control, vómito auto inducido así como laxantes o diuréticos, dieta estricta, excesivo ejercicio y preocupación exagerada por la figura y el peso.

Se puede clasificar en dos tipos diferentes: Purgativo: en estos casos la persona se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas con frecuencia y no purgativo: la persona emplea otras medidas, tales como el ayuno por períodos prolongados o realizar gran cantidad de ejercicio para quemar todo lo que comen en cada episodio de "gula" o de "glotonería". 


SOFÍA ROIG SUÁREZ

DRUNKOREXIA


En este blog hemos decidido centrarnos en la anorexia y bulimia dentro del tema de los trastornos de alimentación, pero como excepción, he considerado importante hacer una entrada sobre la drunkorexia.

Como sabemos la gran mayoría, el alcohol engorda, por ello se está creando no hace mucho una nueva “moda, trastorno alimenticio, estilo de vida…”, dependiendo de la persona que la práctica o padece podremos llamarlo de una u otra forma.

La drunkorexia se da sobre todo en personas jóvenes, que no quieren renunciar a la fiesta con alcohol, o al alcohol a secas, pero que tampoco quiere engordar, por lo que dejan de comer.

El consumo del alcohol cada vez se da en más jóvenes, y en edades más tempranas. Esto se debe por un lado, a que la mayoría de jóvenes afirman no saber divertirse sin una copa, y por otro lado, a la aceptación social que supuestamente tiene para los jóvenes el consumo de alcohol.

Aquí podemos darnos cuenta, y ser conscientes de la influencia de la sociedad en el tema de los trastornos de alimentación, prefieren integrarse en su red social, dejarse llevar, o la fiesta y diversión, antes que comer y por tanto, estar sanos. Anteponen su vida social a su salud.

Este nuevo desorden alimentario se da principalmente en las chicas, ya que aprovechan periodos de tiempo como son fines de semana, vacaciones…para salir de fiesta y divertirse, preocupándose más tarde por su físico, y los efectos del alcohol en su figura, creando así una obsesión por adelgazar.

Según algunos expertos, podríamos estar ante un caso más grave que la anorexia, debido a que se ingieren grandes cantidades de alcohol en un cuerpo prácticamente desnutrido, causando graves consecuencias.



Estefanía Rojas Arroyo.

SISSI, BULÍMICA Y ANORÉXICA


Los trastornos alimenticios no solo afectan a personas anónimas, que no reciben mucha atención por parte de la gente, sino también a personas importantes, conocidas, y con bastante prestigio.

Por ello, me voy a centrar en una persona de gran relevancia pública,  como es la Emperatriz Sissi (1837- 1898).

Sissi, casada a los dieciséis años de edad con el Emperador Francisco José, empezó a obsesionarse con su físico a los 25 años. Su finalidad era mantener su peso en 50 Kilos, con una estatura de 1.72, y una cintura de 47 cm.

Se dice que esta obsesión por estar bella, y ser una “princesa”, le surgió a raíz de sus embarazos, ya que tuvo cuatro hijos, sin ser estos deseados.

Esta obsesión que pasado el tiempo iba en aumento, consiguiendo afectar tanto en su salud como en su carácter, provocó que ella misma inventara sus propias dietas y hábitos para adelgazar.
Isabel de Austria, también conocida como Sissi, se saltaba muchas veces reglas protocolarias ausentándose de las comidas reales.

Su enfermedad empezó a afectarla cada vez más, volviéndola más hiperactiva, más obsesiva con las dietas, con el ejercicio, con montar a caballo, además de  un carácter más irritable, insomnio, etc.
Las dietas de Sissi se componían de alimentos como: helados, pasteles, sangre de buey cruda, carne fría…además de un consomé compuesto por carne de ternera, pollo, venado y perdiz, restringiendo en todo momento las verduras y fruta.

Ante esto, un punto a tener en cuenta es que en esta época no existía la misma información que tenemos ahora. 

En este tiempo no había nutricionistas, ni especialistas para informarla que sufría de bulimia, y que sus hábitos y dietas no eran adecuados para su salud. Actualmente poseemos más información sobre el tema de los trastornos de alimentación, por lo que, quien padece de ello, es más consciente de su situación, así como de lo que le pasa, y puede tener más apoyo tanto social como familiar.


 Estefanía Rojas Arroyo.

lunes, 19 de mayo de 2014

LA ANOREXIA Y EL ENTORNO FAMILIAR


El origen de la anorexia es desconocido, ya que influyen muchos factores para que una persona llegue a padecer este trastorno. Es por ello que la anorexia se considera de origen multifactorial, y para comprenderla hay que tener en cuenta tanto su entorno familiar como el social. En esta entrada me centrare en el entorno familiar.

Uno de los motivos por los que un adolescente puede acabar en esta enfermedad quizá sea la mala relación que tenga con sus padres, abusos por parte de estos, divorcio de los padres, etc. Pero hay veces que la familia no es causante de esta situación y, sin embargo, la unidad familiar se verá afectada por esta.

Hay ocasiones en que los padres, hermanos, etc. no advierten que una familiar padece de un trastorno alimenticio, pues esta hará lo imposible por ocultárselo a su entorno. Pero en caso de que la unidad familiar sea consciente de ello, el entorno familiar sufrirá en conjunto, aunque solo un miembro de la familia experimente esta enfermedad. De hecho, muchas veces sus intentos de solucionar este embrollo no son eficaces, incluso todo lo contrario, pueden llegar a ser peligrosos y desembocar en una circunstancia mucho peor. No es de extrañar que la familia esté desorientada y sin conocimientos sobre como sobrellevar esta enfermedad, y traten de resolverla como sea (muchas veces de forma equivocada). Pero es un trastorno en el que la enferma debe ser quien desee salir y terminar con ello.

 Si la familia insiste a la enferma acerca de que debe cambiar de actitud y volver a comer, puede acarrear que la joven se cierre más en sí misma, tratando de engañar a sus familiares y haciéndoles creer que se está recuperando hasta que estos olviden el tema. Esto se debe a que para ella también es una situación angustiosa.

La mejor solución para casos como estos es que los parientes del enfermo acudan a un profesional nada más notar que su familiar puede estar sufriendo este trastorno, y seguir las indicaciones que este les dé. De lo contrario, al actuar por cuenta propia pueden hacer más difícil para un futuro lograr una recuperación por parte de la enferma.


Irene Sanz Revenga

sábado, 10 de mayo de 2014

PAGINAS WEBS PRO-ANA Y PRO-MIA


Es impresionante como los medios de comunicación, revistas de moda y tiendas de ropa consiguen influir en los jóvenes de hoy en día para que estos deseen tener un “cuerpo 10”, basándose en los estereotipos que la población defiende como prototipo ideal. Esto hace que muchas adolescentes terminen padeciendo de anorexia para poder conseguirlo. Se calcula que una de cada 100 chicas de entre 14 y 18 años padece este trastorno.

Pero más impresionante es como algunas de estas jóvenes crean páginas web que defienden y apoyan este trastorno, y como dichas webs pasan inadvertidas para la mayoría de la población. Las adolescentes se refugian siguiendo consejos en estos sitios webs a favor de la anorexia. Además de consejos, en ellas también comparten sus experiencias y complejos, o incluso hacen carreras entre ellas para ver quien adelgaza antes en cierto tiempo. También cuentan cómo han evitado comer cuando sus madres las obligaban, y lo solas y deprimidas que se sienten incluso después de estar más delgadas de lo que querían en un principio. Algunos ejemplos de las normas que se ponen a sí mismas para lograr sus objetivos son:

  •           Adelgazar como mínimo 1 kilo cada tres días.
  •           Hacer una lista diaria de lo que se come.
  •          Planear anticipadamente lo que se comerá.


A pesar de que todos los contenidos que se pueden encontrar en los blogs pro-Ana y pro-Mia (a favor de la anorexia y la bulimia) llaman la atención, lo más llamativo es que intercambian nombres de medicamentos entre ellas con la intención de que estos les ayuden a adelgazar de forma rápida. Sin embargo, no tienen en cuenta y nunca se habla de los efectos secundarios que estos medicamentos pueden acarrear, ni de las reacciones adversas que pueden producirse si se toman de forma incorrecta o descontrolada, como puede ser el caso de los laxantes, que administrados de forma continuada o en dosis altas pueden producir perdida de electrolitos (descenso en sangre de potasio, calcio...).



En conclusión, son muchos los datos que circulan por este tipo de webs con el objetivo principal de quemar calorías, y muy pocos de los consejos que en éstas se dan han sido probados científicamente como eficaces. Lo que demuestra como este tipo de blogs son un reflejo de una problemática actual que afecta a jóvenes obsesionados por su aspecto físico, y que ponen en gran peligro su salud, para conseguir ser delgados y aceptados por su entorno. Son víctimas de una sociedad que las controla y dada su juventud (en la mayoría de los casos) no son conscientes de su enfermedad.
                                                                                                                                                                                                             Irene Sanz Revenga

jueves, 8 de mayo de 2014

Trastornos alimenticios en hombres

Trastornos alimenticios en los hombres





La mayor parte de las personas piensan que los trastornos alimenticios afectan sólo a las mujeres, debido a que estas son las que más se preocupan por el estado físico de su cuerpo, esta es una cuestión relacionada con la estética, sin embargo los hombres no se quedan atrás en lo relacionado con este tema. 
En muchos casos es común ver a personas de ambos sexos hacer ejercicio para moldear y esculpir sus cuerpos, y así conseguir una mejor apariencia física. En el caso de las chicas el ejercicio físico va dirigido a adelgazar, en cambio en el caso de los chicos se centra en aumentar su masa muscular, esto viene reflejado en un estudio realizado por el Hospital de niños de Boston en Estados Unidos. Este estudio rompió el mito de que los problemas relacionados con el peso y la estática estaban mas ligados al sexo femenino, debido a que de los 5.527 varones a los que se les hizo el seguimiento, el 17,9 % manifestó una extrema preocupación por su peso y condición física. La autora principal de este estudio, Alison Field destaco que los hombres y las mujeres tienen preocupaciones distintas acerca se su apariencia y peso, en muchas ocasiones para lograr sus objetivos exponen sus cuerpos a situaciones extremas, que muchas veces terminan desencadenado trastornos y problemas psicológicos. Esta autora afirmó que del 17,9% de los mas de 5000 adolescentes seguimiento que realizo, el 9,2% de ellos estaban preocupados por el desarrollo de su musculatura, el 2,5% en su peso, y el 6,2% en ambos aspectos.
Uno de los trastornos más comunes entre los hombres que se preocupan por su musculatura es la vigorexia, ente trastorno consiste en que la persona se preocupa por su apariencia porque se ve demasiado débil y pequeña, estas personas se caracterizan por llevar a cabo duros entrenamientos físicos y tomar suplementos como hormonas de crecimiento y esteroides, con el objetivo de agrandar sus músculos.  

Fernando Paños Casado

TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN EN HOMBRES







Está comprobado que la anorexia y la bulimia son mucho menos frecuentes en los hombres que en las mujeres, aunque la severidad con la que se presentan en estos casos es asombrante. Apenas afecta a 1 ó 2 hombres por cada 20 mujeres que sufren estos trastornos y por lo general se sitúan entre los 14 y 18 años.

Los modelos de perfección de belleza difieren entre sexos, puesto que las mujeres persiguen un modelo corporal basado en la delgadez y los hombres buscan el "no estar gordo" y a su vez poseer una musculatura apreciable.

Pueden darse dos casos: o bien jóvenes poco sociables y apartados o bien que tengan amigos circunstanciales que los lleven a adoptar una determinada postura sobre su estado físico. Así como las consecuencias a las que se exponen como depresión, abuso de sustancias y trastornos de la personalidad.

Uno de los primeros signos visibles de que un chico puede estar sufriendo este tipo de trastornos es convertirse en vegetariano y decidirse a no comer carne. Y un segundo paso es el de hacerse sus propias comidas, eliminando todo lo que no sea light o bajo en grasas.

Al igual que las mujeres con estos trastornos de la alimentación, los varones también presentan:
·         Antecedentes de obesidad que los han convertido en objeto de burla en algún momento
·         Disminución del deseo sexual (a causa del descenso de la actividad hormonal)
·         Necesidad de aumentar sus ganas de vivir
·         La creencia de que si adelgazan serán más atractivos para los demás
·         Baja autoestima, tendencia al perfeccionismo y deseo de aceptación de su entorno.


María Teresa Calabrese, psicoanalista y psiquiatra especializada en estas enfermedades afirma que hay casos extremos en lo que: "Pueden llegar hasta a los comportamientos más bizarros con respecto a la comida, como raspar las paredes y comerse la cal para mitigar el hambre"


 


 SOFÍA ROIG