La anorexia que llega más allá
Esta es una historia real de una londinense
llamada Holly Griffiths, cuyo caso he encontrado en una noticia de la página Entre mujeres.
Holly es una chica de 21 años, la cual padece
anorexia y pesa 51 kilos, pero no solo eso, Holly está embarazada de casi nueve
meses.
Se alimenta con tan solo 800 calorías al día,
cuando debería ingerir 2000 por lo menos, por el estado en el que se encuentra.
Día a día lucha contra su enfermedad, pero asegura que aunque quiere alimentar
a su bebé, no se siente capaz de ingerir todas las calorías que ambos
necesitan.
Sufre esta horrible enfermedad desde hace
siete años, y éste que espera es su segundo hijo. Holly se siente muy insegura,
puesto que recuerda las experiencias que sufrió en su primer embarazado, en el
cual el bebé le rompió una costilla por su extrema delgadez. Cuando se enteró
de que estaba embarazada de nuevo se sintió deprimida, porque sabía que tendría
que engordar, y culpable a la vez, ya que afirmaba que no conseguiría tomar las
calorías necesarias para mantener la buena salud de su hijo.
Al comienzo de su segundo embarazo, adelgazó
más de ocho kilos, pero poco a poco Holly fue recuperando su peso gracias a la
ayuda de profesionales, familiares y un médico que la visita para controlar su
situación, especialista en embarazos de alto riesgo.
La joven londinense debe aumentar más de un
kilo y medio todavía antes del parto, para poder dar a luz al niño sin ningún
tipo de problema.
Con esto llego a la conclusión de que este es
un caso impactante de la enfermedad, puesto que no solo está en peligro su vida
sino la de su bebé. Sorprende el hecho de que Holly sabe perfectamente que la
salud de su hijo corre riesgo por la enfermedad que ella padece, pero aun así
afirma que no logra comer todo lo que necesita.
Rebeca Román Ramírez
Rebeca Román Ramírez
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