Son muchas las personas que
ante la aparición o detección de un TCA no saben donde pueden acudir, qué hacer
o de qué recursos disponen y, sin embargo, del inicio a tiempo del tratamiento
depende, en la mayoría de las ocasiones, la rehabilitación y cura de estos
pacientes. Por ello, quiero dedicar esta entrada a explicar de forma detallada
el proceso ha seguir en el tratamiento de los TCA y los recursos públicos a
disposición del ciudadano para el tratamiento y asesoramiento ante la aparición
y detección de estos trastornos. Tanto de los recursos a los afectados
como a sus familiares, puesto que es
fundamental su involucración en el tratamiento y apoyo desde el primer momento.
Normalmente será el
pediatra o médico de atención primaria quien atenderá en primer lugar al
paciente y podrá diagnosticar los primeros síntomas de la enfermedad, siendo
muy importante la detección precoz. Será a través del médico de cabecera o
pediatra del centro que corresponda al paciente, y previa valoración, que se
derive a éste al Centro de Salud Mental correspondiente.
En todo el territorio
nacional, independientemente de que las competencias sean autonómicas o
estatales, existe una red de Centros de Atención Mental de carácter público,
responsables de la atención de los TCA.
Serán los profesionales
especializados de éstos centros (ya sea psicólogo o psiquiatra) quiénes
llevarán a cabo un diagnóstico y estudio en profundidad de cada caso, asignando
a cada paciente el tipo de tratamiento más adecuado (ambulatorio, internamiento
hospitalario y hospital de día).
A continuación haré una
breve descripción de cada uno de ellos:
Tratamiento ambulatorio
Permite
trabajar con aquellos pacientes menos graves la sintomatología alimentaría, así
como el resto de áreas afectadas, con la ventaja de no tener que interrumpir su
vida y actividades cotidianas.
Abarca
tanto terapia individual como grupal, en la que se trabajan aspectos de índole
tanto psicológico como nutricional, así como asesoramiento familiar y
seguimiento médico periódico.
Hospital de día
Representa
una intensificación del tratamiento ambulatorio al cual se añaden los elementos
más eficaces de un tratamiento bajo ingreso hospitalario pero sin la necesidad
de tener que apartar al paciente de su entorno socio-familiar.
Esta
modalidad de tratamiento es adecuada para aquellos pacientes que necesitan una
ayuda más intensiva para poder llevar una vida cotidiana eliminando las
conductas insanas y así poder evitar un empeoramiento que requiera de un
ingreso hospitalario. También se aconseja Hospital de Día tras un ingreso
hospitalario, para ayudarles a ir incorporándose progresivamente en su vida
anterior y vaya adquiriendo las habilidades necesarias y así evitar
posibles recaídas.
Internamiento
hospitalario
La hospitalización es una
fase más del tratamiento de los TCA y puede ser o no necesaria al inicio o a lo
largo de la evolución del trastorno.
La
mayor parte de los internamientos son voluntarios, pero existe la posibilidad
de realizar ingresos no voluntarios siguiendo
la normativa establecida por el artículo 763 de la Ley de Enjuiciamiento Civil.
Los pacientes internados tienen limitadas las
visitas familiares, aunque si las condiciones clínicas lo permiten, suelen
disfrutar de permisos de fin de semana para que pasen esas horas junto a su
familia en su entorno habitual.
Junto
con estos recursos públicos, existen diversas asociaciones repartidas por todo
el territorio español, que proporcionan asesoramiento y apoyo tanto a los
pacientes con trastornos alimentarios como a sus familiares, facilitando
contactos sanitarios, ofreciendo actividades como grupos de padres, de
autoayuda para los pacientes, etc.
Estas
asociaciones toman cada día más importancia, ya que es un medio donde compartir
las propias vivencias y experiencias, donde apoyarte y nutrirte de personas que
han pasado por tu misma situación, a la vez que ayudas con tus experiencias a
otras.
Además,
algunas ofrecen servicios de psicoterapia especializados, a los que es muy
difícil acceder gratuitamente de otra forma.
Lucía Sánchez Chapinal, 2ºD