martes, 3 de junio de 2014

LOS CANONES DE BELLEZA A LO LARGO DE LA HISTORIA

A lo largo de nuestra historia la gordura ha sido un sinónimo de belleza más que la delgadez. Ya en el S.XVII (Siglo de Oro) tenían un concepto muy distinto sobre el físico de la mujer al que hay ahora. Había un refrán que se decía en el S.XVII: "no hay mejor espejo, que la carne sobre el hueso". Y es que durante tres siglos una mujer hermosa era aquella que gozaba de curvas como las gracias de Rubens. La mujer para ser hermosa debía de tener cinco veces tres cosas, debía de ser, blanca en tres en rostro, manos y garganta, colorada en tres en labios, mejillas y barba, negra en tres en cabellos cejas y pestañas, ancha en tres en caderas hombros y muñecas y larga en tres en talle rostro y garganta.
A principios del S.XX seguían los mismos cánones de belleza pero ya en esta época todas debía de lucir una cintura de avispa y apareció el corsé  como canon de moda, que además de hacer una cintura menor, solía causar muchas enfermedades, ya que estrangulaba el tórax provocando enfermedades respiratorios, se desplazaban los riñones hacia abajo y las señoras casi no se podían mover, era moda que tuvieran una frágil salud.
Hubo un cambio en el canon de la belleza de la mujer a partir de que se puso de moda bañarse en el mar y dejaron de llevarse las pesadas enaguas que vestían y les dificultaban andar.
Con la primera Guerra Mundial en 1914, los hombre parten al frente y las mujeres los sustituyen en las fábricas, se necesita una mujer más acorde con la época, con lo cual comienzan a llevarse faldas más cómodas y cortas y dejan de llevar cualquier ropa que le oprima. Comienzan a ser bien acogidas socialmente y llevan una vestimenta que unos años antes hubiera sido censurada.
En Paris una joven llamada Coco abre una boutique y pondrá de moda dos aspectos revolucionarios, el moreno en la piel, que antes era sinónimo de campesinas y la delgadez. La mujer moderna comienza a ser por definición delgada y ya no se desprenderá de la estética femenina. El cambio psicológico fue tan brusco que la indumentaria se convirtió en un vehículo para expresarlo.
El polisón y las largas faldas pasaron a la historia. La silueta delgada y las faldas cortas componen la nueva imagen de la mujer. Nunca un cambio fue tan brusco, en una década se había cambiado el canon de belleza.
Con la Segunda guerra mundial los hombres vuelven al frente y las mujeres como vuelve a ocupar su lugar en las fábricas se le comienza a permitir llevar pantalón, empieza a ser una prenda habitual en las fábricas y fuera, hay una estética más masculina. Con la paz retorna  una estética más clásica y nostálgica. Se comienzan a llevar vestidos de cintura muy estrecha y faldas anchas, pero este resurgir de cánones más clásicos no logro conectar con las jóvenes. Estas comienzan a estudiar y no ven como algo primordial casarse con el hombre, empiezan a hacerse independientes económicamente y los cánones de belleza serán elegidos por las propias mujeres y no por la mirada de hombres como filósofos, pintores, artistas, etc. Con los nuevos ritmos musicales, sacuden los estereotipos que pesaban en la mujer y habrá un cambio psicológico radical y trasformaciones que ocasionaran mucha mayor libertad. Por esta época Mary Quant, una modista diseña una prenda, la minifalda, que resultará el gran boom del siglo, la moda se centro en los jóvenes y el deseo de poseer la eterna juventud se convirtió en el nuevo ideal estético. La belleza no exigía unas proporciones ideales, bastaba con poseer lozanía.
La televisión ha sido un medio por el que se han propagado las nuevas creencias estéticas. La juventud como canon estético ha permanecido vigente en los últimos treinta años, coincidiendo con un desarrollo en la cosmética y después en la cirugía estética.
Hoy en día las personas están muy influidas por los medios de comunicación, cine, internet, etc. y la presión que sobre la mujer ejerce en el mundo de la publicidad y la moda, esta imponiendo cánones de belleza basados en la delgadez  extrema y ha generado un aumento de enfermedades como la anorexia y la bulimia.

RAQUEL CUENCA PÉREZ



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